Sant Joan de Lebritja

Sant Joan de Labritja Ibiza

Sant Joan de Lebritja

Este fin de semana le ha tocado el turno al norte de la isla. En concreto a Sant Joan de Labritja, un pequeño pueblo sometido al paso de la historia. Un reducto de la Ibiza más antigua, la que conserva intacta todo el sabor rural que durante siglos dominó las pitiusas. Y no nos defraudó.

Llegando a Sant Joan de Labritja

Sant Joan no es una zona de fácil acceso. Las carreteras que unen esta población con otros puntos pueden llegar a ser un auténtico calvario para los que no gusten de las curvas. El tramo más tranquilo lo encontramos en el sur, con un acceso desde la vecina Sant Llorenç (San Lorenzo). Esta carretera tiene su origen en la unión de la carretera de Santa Eulalia con Ibiza. En ella se encuentra un desvío que nos servirá para acceder a poblaciones tan dispares como Santa Gertrudis.

Pero también se puede acceder a Sant Joan desde la Cala de San Vicente, atravesando el minúsculo poblado de San Vicente con un final un tanto ajetreado. El camino más accidentado lo encontramos al oeste, donde Sant Joan se comunica por tierra con Sant Miquel a través de caminos rurales y muy sinuosos. Y es que no podemos olvidar que Sant Joan se encuentra inmerso entre montañas de pinos y matorral bajo. Un auténtico paraíso verde.

Que encontraremos en esta localidad de Ibiza.

El núcleo urbano de Sant Joan lo compone apenás tres calles. Una a la izquierda de la carretera, que guarda el moderno edificio del Ayuntamiento de Sant Joan, y las otras dos dando forma a la Iglesia y su plaza. Es aquí donde podemos encontrar el único aparcamiento del pueblo, lindando con las instalaciones deportivas de las que se ha provisto el municipio. El resto de la localidad la comparten las tierras de cultivo, con un clima muy húmedo, y los montes donde destaca alguna casa aislada.

La iglesia de Sant Joan pertenece al siglo dieciocho, pero lejos de pasar desapercibida, se ha convertido en uno de los grandes referentes del visitante. Su plaza tranquila, el aspecto empedrado de sus calles y ese maravilloso verde que Sant Joan sabe ofrecer. Una de las estampas más bonitas que hemos tenido la oportunidad de ver.

Sant Joan da la impresión de ser una de las poblaciones más pobres de la isla, careciendo de grandes núcleos urbanos. A excepción quizás de la cala de Portinatx, Sant Joan ha sabido mantener uno de los valores más importantes del nuevo turismo y sus tierras pasan por ser el mayor potencial de la Ibiza futura. El contacto con la naturaleza es permanente y la protección en este sentido de las administraciones públicas empieza a ser total. Y es que Sant Joan de Labritja se está convirtiendo en uno de los pocos paraísos rurales que quedan en Ibiza.

2 comentarios en “Sant Joan de Labritja Ibiza”

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